domingo, 29 de abril de 2012

Argiope Bruennichi. (Scopoli, 1772)

Esta especie llamada araña tigre o araña cestera se confunde con otras especies más pequeñas. Mientras que en el centro de Europa las hembras suelen alcanzar alrededor de 15 mm de longitud, en el sur podemos encontrar hembras de hasta más de 2 cm, en tanto que los machos sólo alcanzan de 4 a 6 mm.El prosoma está cubierto de un grueso vello plateado. La pigmentación del opistosoma es amarillo con rayas transversales blancas y negras; las zonas claras pueden presentar una extrema variabilidad.


El periodo de actividad es en verano para los machos y hasta otoño el de las hembras. En el Lagarito solo se han observado en verano.
Se encuentra en zonas sin arboles con hierbas a medio crecer o entre los claros de los herbajes, asimismo tanto en suelos húmedos como secos, en zonas yermas e incluso en espacios húmedos.

Hembra en su tela


Esta especie oriunda del Mediterraneo era muy rara en el centro de Europa hace 50 años.
La destacada tela de captura se instala a ras del suelo, generalmente en medio de la hierba; para tal fin, la araña se procura el espacio libre necesario doblando los tallos de los herbajes, uno por uno, para después entretejerlos todos ellos.
A la hora de buscar sus presas tiene predilección por los saltamontes, que en los lugares en los que normalmente proliferan estas arañas se encuentran casi siempre en abundancia.
En el Lagarito se han observado hasta cuatro hembras en una misma mancha de vegetación a una distancia media una de otra de 90 cm.
El apareamiento tiene lugar sin tela de reclamo. El macho se acerca hasta la hembra realizando movimientos espasmódicos de las patas anteriores. Entretanto, ésta se muestra pasiva levantando el cuerpo solo un poco hacia delante; entonces el macho se arrastra por el espacio intermedio hasta introducir -situados ambos vientre contra vientre- uno de sus palpos. Durante el apareamiento, la hembra la mayoría de las veces abandona su estado pasivo, apresando entonces al macho para matarlo y devorarlo después. Únicamente en raras ocasiones el macho consigue huir siempre a cambio de perder una de sus patas.


Vista desde atrás

En verano, la puesta se deposita en capullos de grandes dimensiones, en forma de bala. Una hembra puede fabricar dos o tres puestas. Las crías salen del huevo antes de que llegue el invierno y permanecen durante toda la estación inmovilizados al abrigo del capullo. Posteriormente, en la primavera, se abren perforando el envoltorio de forma apergaminada y se agrupan en torno a él dispuestas en forma de racimo. Unos días más tarde realizan su primera muda, tras lo cual se dispersan.


Hembra con un saltamontes

Fotos: Antonio Augusto

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