domingo, 15 de junio de 2014

Lagartija colilarga. Linnaeus, 1758




Esta lagartija la podemos considerar de mediano tamaño. Alcanzando hasta 9,3 cm de longitud cabeza-cuerpo y hasta 23 cm de cola. Cabeza alta y de aspecto robusto, detalles estos más notables en los machos. Dorso y costados de tonos pardos o verdosos, con dos líneas dorsales nítidas y de tonos amarillentos o blancos. Durante la época de celo, los machos tienen los lados de la cabeza y la garganta pigmentados de naranja, rojo o amarillo. El vientre suele carecer de pigmentación, con fondo blanco o crema. La parte inferior de la cola y de las patas posteriores posee, generalmente, un color anaranjado. En las axilas se observan, sobre todo en los machos, de una a nueve manchas azules.





Presente en el sur de Europa occidental y en el norte de África. Ocupa casi toda la península Ibérica.
Es la lagartija más común de las formaciones de matorral y bosque mediterráneo. Esta especie se adapta notablemente a una gran variedad de hábitats. Trepa relativamente bien a arbustos y árboles.
Activa incluso durante el invierno en las zonas más cálidas de la península, sobre todo en el caso de los individuos subadultos. El máximo de actividad corresponde a los meses de abril y mayo. Las cópulas comienzan en primavera y se extienden hasta la primera mitad del verano, como media suelen tener una duración de unos ocho minutos.
El periodo de puesta, tras un desarrollo de los huevos en el interior de la hembra durante 14 a 26 días, puede abarcar de mayo a julio, dependiendo de la latitud geográfica. Estas constan de dos a once huevos. Las eclosiones se verifican en agosto, septiembre y octubre, tras un período de incubación extremadamente variable (de uno a tres meses).



Macho en celo

Lagartija básicamente insectívora, de dieta extremadamente variada en la que dominan las presas terrestres como escarabajos, saltamontes, arañas, hormigas o pseudoescorpiones.
Sus depredadores son muy numerosos e incluyen mamíferos, como zorros, ginetas y nutrias; aves, como búhos reales, mochuelos, autillos, lechuzas comunes, ratoneros, elanios, milanos reales, azores, águilas culebreras, aguiluchos cenizos, cernícalos vulgares y primillas, garcillas bueyeras, cigüeñas, alcaravanes, alcaudones reales y estorninos negros; serpientes, como la culebra lisa meridional, la bastarda, la de cogulla, la víbora hocicuda, e incluso reptiles, como lagarto ocelado.








La lagartija colilarga es la más abundante de la mitad sur de la península Ibérica y se considera, de forma general, como una especie no amenazada. sin embargo, sus poblaciones se han visto seriamente reducidas como consecuencia de la extensión de los monocultivos cerealistas, la masiva deforestación y los incendios forestales.


Fotos: Antonio Augusto Arrebola


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